Cómo empiezo a escribir todo lo que ocurrió esta semana?? En una semana normal, no hay nada reseñable que contar. En ésta, TODO. Todo es digno de ser analizado, exprimido, expresado.. Digno de ser recordado.
Se cierra el círculo. Musical, personal, sentimental. Puede abrirse otro, pero no sé hacia dónde nos llevará. Dónde iremos a parar, caminando en círculos? No sé, Quique. Y calculando el vértigo? Habrá que vencerlo.
Y lo hicimos. Superamos el vértigo que nos producían los gastos del viaje, el esfuerzo por organizar una fiesta, lo poco valorado que iba a estar, y conseguimos que un amigo cumpliera su sueño de tocar en Barcelona, solo ante el peligro, salvando el abismo una vez más... La satisfacción del trabajo bien hecho. La gente disfrutando. Gracias a Irene y a toda la gente del Museu del Rock por tratarnos tan bien, por permitirnos que para acabar sonara ese Stranger tan especial... Era el comienzo, la primera reunión en comunión bonjovera. Pero sólo era un entrante dentro del menú…
Barcelona fue sin duda inolvidable. Una de las ciudades de mi vida por muchos motivos. La catalana… no tengo sangre catalana! En cambio, siempre, siempre me marca. Ahora sólo faltaba que el amor que comparto con los Jovi por esta ciudad se materializara en un gran concierto como debió de ser aquella maravilla del 95 en la gira These Days. Sí, algo bueno tenía que suceder esa noche…pero tanto??
Y eso que costó alcanzar el Olímpico. Gaudí, amigos, desplazamientos… Parecía que el momento no iba a llegar nunca. Decidimos no hacer mucha cola y acabamos entrando a la hora de apertura de puertas. Y no nos situamos mal. A nuestro lado teníamos a unas chicas que llevaban desde las 6…pero de la mañana!! 12 horas menos de espera para acabar en el mismo lugar… Paradojas de la vida. Una 7ª fila de Golden, escorados en el lateral más cercano a Richie, fue un premio que no esperábamos al llegar.
4 horas vista y tras los teloneros, contando los minutos… Hora y tres cuartos. Qué dura hora y tres cuartos, Dani?? Un partido de fútbol. Hora y media… Qué dura hora y media? Un partido de fútbol sin descanso. Una hora… Como un viaje Segovia-Madrid en la Sepulvedana… 20 minutos… la publicidad de una película de Antena 3… 5 minutos… bueno, mejor lo dejamos ahí ;) Empezará puntual?? Unas cañas a que sí. Perdí. En ese tiempo de descuento, Juancar llama y me anuncia que vio parte del setlist y que me preparara para dos joyacas, entre las cuales una me iba a encantar... Ya no podía más!!! Sería This Ain’t a Love Song?? Necesitaba que empezara ya! Pero fue otro bloque de anuncios de 20 minutos lo que nos hicieron esperar. A las 22:05 ya no había más tiempo que restar. Lights out! Y el corazón dorado empezó a latir con el impulso de nuestras almas…
Fue ver a Jon con su chaqueta roja de domador de masas, de capitán general del ejército bonjovero y empezar a sentir buenas vibraciones. Sí, 30 grados, pero Jon con su talismán de los grandes conciertos de esta gira… buena señal. Una vez resuelta la primera duda, la siguiente era saber si variarían el inicio con Raise your hands. No lo hicieron (ni falta que hace), pero las 3 siguientes también estaban ya claras. Buen comienzo para calentar el ambiente, pero con ganas de que You Give Love-Born to be y We Weren’t Born pasaran rápido…
Si algo gusta en un concierto es la capacidad que tiene un grupo de sorprenderte, de hacer algo que no esté programado. Y lo que ya lo está resta entusiasmo al momento. Casi se podía predecir toda la primera mitad: It’s my life, Lost Highway, In These Arms.. Pero no, espera!! Termina We Weren’t con un mensaje claro en la pantalla: “Your Time Is Now”.. Now?? Puedes darlo por seguro. Era aquí y ahora. Que aún no lo veíamos claro?? Que aún pensábamos en el axioma “España = colección de hits”, repaso a Crossroad?? Jon despejó todas las dudas y tras el “Good Evening Barçelona” de rigor, avisó que hoy era un día para las sorpresas y peticiones de los fans…Y no iban a esperar más para presentárnoslas, 5ª canción y llegaba la joyaca… Juancar y su abanico a lo Locomía seguro que tuvieron la culpa. Ese setlist que les hizo llegar, que recogimos desde Bonjoveros.... Da igual. Ahí estaba, desde el Keep the Faith… I BELIEVE!!! Pero no, no podíamos creerlo, costó reaccionar! Si empezaban ya con las sorpresas…qué nos esperaría después?? Creo que el premio de Crushmagazine al que acertara los setlist de España quedó más que desierto.. Imposible imaginarlo. Confeccionamos entre todos un setlist ideal y quisimos tener los pies en la tierra, sin soñar demasiado… Nuestras expectativas de lo que entraba dentro de lo tocable eran mucho menores que las que ellos mismos se autoimpondrían esas dos noches…
Tras el subidón, It’s My Life, la que se ganó su omnipresencia por ser su último súper hit, pero para mí de las más prescindibles. Qué rabia que la gente se animara más con ella que con I Believe (perdónales Jon porque no saben lo que hacen), pero ahí estaba al rescate In These Arms, haciéndonos subir a un cielo del que ya no íbamos a bajar en toda la noche. Just Older, con buenrollismo de la banda en general y de Jon y Richie en particular, nos recordaba que nuestros chicos son algo más viejos, pero como Jon gestualizo (y demostró) …sólo un poquito más. Los 3 días de descanso les sentaron de maravilla, cargando las pilas en la piscina del Arts, que no hay spa en el mundo que consiga recuperar un cuerpo como esas vistas de la Barceloneta… Pero ahora era tiempo de vaciarse, de We Got In Going On, de mover cada músculo de nuestro cuerpo, de darlo todo como ellos estaban dándonos a nosotros… Se notaba la conexión público-banda, Jon estuvo brillante durante todo el show y yo predije algo en esos momentos: los de New Jersey tenían en off el piloto automático y encendido el botón “Open All Night”…
Y eso que cuesta decirlo cuando lo que viene es Captain Crash, con sus churup-churups interminables y una más que nos quitamos del medio! Si al final incluso resulta entrañable ver a todo el estadio moviéndose al ritmo que marca nuestro capitán…Hasta el confeti y los globitos sumaron esta vez.
Pero cuidado….abróchense los cinturones…Estamos a punto de atravesar el cielo y llegar al espacio exterior… Danger, danger!! Tramo del concierto no apto para corazones sensibles. Cardiacos abstenerse. Con Bad Medicine también íbamos a tener regalo? Bad Case entraba en la probabilidad, Not Fade Away nos transportó al Price aunque fue en una versión como la noche, muuuucho más divertida y especial.. Pero no se quedaron ahí! Recuperar Vertigo de U2, ese 1,2,3..14!!!, ese guiño a España…Jajaja, qué inocentes, no sabíamos que Jon había aprendido algo más que a contar y saludar en castellano…
Era el turno de pisar la pasarela. El turno de los del círculo dorado, que también teníamos derecho a verles de cerca. Y tocó Bed of Roses (sí, Luis, “hoy no estoy solo, pero eso no significa que no me sienta solo”, recuerdas?). Eché de menos a Richie next to me con esa guitarra doliente al inicio de la canción…Demasiado lejos desde el escenario para sentirla al 100%. Pero Jon necesitaba que los focos se centraran en él. Era un Bed of Roses normal, cerca, pero… “Quiero tener tu amor entre vino y rosas”… “Miriam, está cantando en español, te diste cuenta??” “Sí, Dani!! Pero no me lo puedo creer!!” Tuve que ponerme la mano en el pecho para que la emoción no me pudiera… Esto vino a confirmar nuestras sospechas a estas alturas: Barcelona ama a Bon Jovi y Bon Jovi ama a Barcelona. Ya daba igual lo que viniera después. Jon en su visita anterior fue incapaz de chapurrear más que un “gracias” en español y ahora estaba enfrente de nosotros cantando una canción que apenas tocaron alguna vez en nuestro idioma hace muchísimos años en Latinoamérica. Se consolidó ese idilio que comenzó en 2008 entre Bed of Roses y España, cuando aquel I can’t help falling in love sirvió de introducción improvisada.
Sí, ya podíamos relajarnos, ésta era la senda que habían elegido y ya no se iban a desviar del camino. No había nadie que no fuera consciente entonces que éste estaba siendo el concierto más especial del grupo en nuestro país. Por actitud, por entrega, por repertorio, por el público y los oeoe, las sonrisas de un Jon más hablador de lo habitual… Pero aún no había tenido suficiente parcela de protagonismo, así que llamó a David y Bandiera y avisó que otra sorpresa (otra???) iba a llegar… En la pasarela? Algo que no hubieran tocado? Difícil…Confieso que después de lo visto, aún la incredulidad peleaba por reaparecer. Pero si Jon menciona el Young Guns y estás en el set acústico…Sólo puede pasar una cosa… y es que suene SANTA FE. Sin palabras, para qué??? No iban a dejar que nos recuperáramos?? Esto iba a ser así toda la noche?? Benditos sean… Lo siento Manu, no tenía cobertura en el móvil, aunque a buen seguro alguien te la llevaría allí donde estabas para compartirla de alguna manera contigo. Eran demasiadas emociones, el momento en el que elevas en tu mente la definición del concierto de especial a mítico. En Londres será normal, aquí no. Aquí ha costado demasiado tiempo, pero al fin llegó ese día. El día en el que 90 euros estuvieron más que rentabilizados. Es 27 de Julio en Barcelona.
Y cuando parecía que llegaba la mágica I’ll be there for you (el cupo eran 3 canciones en la pasarela), nos quedamos a cuadros cuando empieza a sonar la primera joya del These Days, que gracias a Dios no sería la única que escucharíamos ni esa noche ni la siguiente. DIAMOND RING….ufff, yo no me lo podía creer. Estaba siendo tan especial…Tanto!!! Miré a mi alrededor y estábamos todos igual, a unos centímetros por encima del suelo y con una sonrisa imborrable en la boca. Por favor, silencio.. Nadie podía respirar durante esos minutos. Diamond Ring…esas dos voces susurrando que somos todo para ellos… Un instante único, tan cerca… que sólo podía interrumpirlo esa guitarra de Richie que me arañó el alma. Cómo sonó, cómo rompió nuestra respiración que ya andaba entrecortada. Cada nota me fue resquebrajando un poco más… Cuántas veces habré cantado esta canción… Puro sentimiento. Y yo que pensaba que lo mejor de la pasarela sería I’ll be there for you…Eso sólo iba a ser la guinda a un pastel de chocolate el día de tu cumpleaños. La joya que no vino sola, que se había traído a unas amigas inesperadas que por ser más tímidas que ella no suelen ser invitadas a las fiestas. Pero a la de Barcelona sí lo estaban. Ya lo creo que lo estaban. La hospitalidad del público español hizo que tuvieran hueco en el momento de protagonismo reservado para el I’ll be there for you. Que no me mató, me remató. Richie tan próximo, repartiendo besos entre Diamond y Golden, envío de sonrisas exprés. Le faltó el sombrero, ese cómplice bajo el que se esconde para intentar desaparecer… Pero a buen seguro que nunca lo consigue. Si tienes a Richie delante, quién se fija en el rubio de rojo? No puedes evitarlo, su “six string” se convierte en un canto de sirena.
Dadnos un respiro, por favor!! Necesitamos bajar un poco a la tierra… Yo no podía elevarme más, pensaba que la caída iba a ser espectacular y me podía llevar un buen golpe contra el suelo… Aunque parezca increíble, hasta me alegré de que sonara Who Says You Can’t Go Home… Fue el momento en el que pude verbalizar lo que habíamos vivido hasta ese momento, que sólo había podido exteriorizar con miradas y gestos que lo decían todo. Por fin pudimos convencernos unos a otros de que lo que estábamos viendo era real y no un dvd grabado en el Madison o en el Giants o en Wembley. No, era Barcelona 2011, delante de nuestras narices.
Ya no sabía ni dónde estaba ni cuánto tiempo había transcurrido desde que el concierto se convirtió en mítico, pero de repente tuve un momento de lucidez y pensé que todavía no habían sonado los Keep the Faith, Have a Nice Day y I’ll Sleep When I’m Dead de turno. Así que fue una alegría darse cuenta de que no habíamos llegado al ecuador si todavía quedaba este tramo de concierto. Y sí, era el turno de este trío, aunque en orden inverso, con I’ll Sleep abriendo fuego. Jon nos pidió dar palmas a su antojo, divertido por la situación, y nosotros hacíamos cualquier cosa que nos ordenara, excepto pensar en irnos a dormir esa noche. Quién sería capaz de conciliar el sueño, si lo estábamos viviendo despiertos?? Para qué queríamos conciliarnos con ese señor sueño después de esto?
Pero el trío hizo un break y dejó paso a la canción maravillosa por excelencia e inolvidable para este show. Si me sonó genial en la radio desde Londres, aún más increíble sería escuchar la variación que metieron los chicos. No lloré de milagro…También Someday iba a ser especial?? La parrafada de Jon susurrante para acabar gritando: I’M ALIIIIVEEEE!!!! Ufff, demasiado, demasiado para mí, todos gritando I’m Aliiiiveee!!! Síiiiiiii. Nos sentíamos vivos, más vivos que nunca, con una recarga de energía impresionante, y eso que llevaba todo el día sin apenas comer nada. El calor, el dolor, todo, absolutamente todo estaba olvidado. Otra canción más, y era Someday. El Someday memorable de casi 8 minutos... Yo ya no me atrevía a pedir nada más.
Pero es que el trío era mucho trío, y volvieron a la carga con Have a Nice Day. Siempre me ha gustado mucho esta canción y más los iconitos burlones de la pantalla que me volvieron loca, jajaja, y luego el Keep the Faith (marracas, marracas!!) que qué vamos a decir a estas alturas de la historia, temazo donde los haya, aunque en esta gira jode un poco escucharla porque sabes que es la última antes de los bises y eso siempre suena a despedida…
Y sí, cantamos de nuevo el oeoeoeoe, porque somos españoles y es nuestra manera de gritarles que estamos encantados de tenerles por aquí, de que por fin nos traten como merecemos y que somos lo más agradecido que van a encontrar en los tours, con permiso de los latinos. Y ellos dijeron: ah, sí? Pues agarraos que vienen curvas… Curvas peligrosas, de infarto…Había una vez un disco llamado These Days, que teníamos algo olvidado, pero que esta noche vamos a sacar a pasear.. Otro invitado vip a la fiesta.
El primer bis, y es Something to Believe In… Sí, Esther, estás escuchando bien… Es Something! Menuda recta final!! De verdad no iba a decaer esto en ningún momento?? Otra canción que se convierte en una oración comunitaria en la que hubiera agradecido que Jon se hubiera despegado un poco del pie de micro e interpretado algo más. Estuvo hasta el último segundo con los ojos cerrados, concentrado, sintiendo cada palabra que se le escapaba de los labios.. Algo en lo que creer? En esos labios susurrantes…
Y seguíamos orando desde el These Days. Las dos canciones que hablan de la pérdida de la fe en ese Dios que esta noche sí estaba de nuestra parte. La fantástica Hey God remató el dúo espiritual e hizo saltar al más parado, qué descarga de energía!! Esta vez no hubo súplica arrodillado desde el escenario, pero era difícil superar aquel Hey God del 2008…aunque Richie en la parte final casi se encarga de hacerlo. ;)
Ahora sí venían los dos clásicos. Las joyas de la corona. Las niñas bonitas de nuestros ojos. El Wanted y el Prayer, mano a mano, unidas ya para siempre en ese final. Wanted es la canción que más me pone, me excita extremadamente. Te hace sentir un cowboy de medianoche pero con los papeles cambiados. No viajamos con la seis cuerdas de un lugar a otro. No. Nosotros vamos cargados de ilusión con la maleta y una entrada a las puertas del cielo. Vagabundeando en una peregrinación que ni el camino de Santiago, cogiendo un tren, un bus, un avión, un metro…Lo que sea. Todo por los chicos de Jersey. A veces sabíamos dónde estábamos por la botella que teníamos delante. En Barcelona, el cava. En San Sebastián, el txacolí. En Lisboa, el vino de Oporto… Daba igual qué día de la semana fuera. Era el día del concierto de nuestros ídolos.
Y Jon estaba entusiasmado. Nos hizo saber que volverían (por si a alguien aún le quedaba la duda, no se separan, sólo será un descanso y ya se habla de un par de años). Dijo que recordaría siempre estos momentos y que nos llevaba en el corazón. Con Prayer todo acabaría.. Ya íbamos por más de dos horas y media de concierto. O no??
Definitivamente los chicos no querían marcharse (el público no hace falta decir que mucho menos). Si había una canción que no podía faltar a esta cita, tan unida a España como está y que aquí veneramos, era Always. Y cayó. Por fin tenía cobertura, así que antes de que esto terminara, y ya tenía muchas papeletas de hacerlo, llamé a Manu pensando en lo mucho que tenía que estar sufriendo por no haber podido disfrutar de aquel conciertazo. Un pequeño trocito del mismo viajó en esos instantes a Sevilla, cruzando toda la península. Bendita-maldita tecnología…
Puestos a pedir, pensaba que aún faltaría Blood on Blood, ya que tocar These Days o This Ain’t a Love Song a estas alturas, tras las 3 del disco del 95, me parecía imposible. Pero no, todas las cartas estaban ya sobre la mesa. La última fue un regalo, la forma que tienen los Jovi de recalcar que el concierto en esa ciudad ha sido especial. I Love This Town, por si no nos había quedado claro. Y por primera vez en mi vida, sin el sentimiento de vacío y el “¿esto es todo?” que siempre me invadía al final.
Satisfechos no, lo siguiente. No escuché a nadie que le pusiera ni una pega al concierto de casi tres horas que acabábamos de presenciar. Bueno, Fla dijo que una amiga suya sí, pero tenía un mal día. Flavio estaba en una nube. Cuánto me acordé de él cuando sonaban Hey God, Santa Fe… Él lo estaba saboreando desde el Diamond. Pero no sonó Blood on Blood. Hubiera sido un puntazo para que Alberto, que por fin pudo ver a los chicos en directo, rematara su noche. Da igual. Él saboreó cada momento, porque era el primero, aunque no sabía si esto era lo normal o había vivido algo memorable… Un concierto de Bon Jovi siempre tiene algo especial. Pero para ti… Uno y el mejor. Lo que yo no conseguí en 10 años, lo consiguieron los de New Jersey. Bon Jovi siempre uniendo, los milagros a Lourdes…o a Bon Jovi. Verdad, Moni?? No fue Como Yo Nadie Te Ha Amado, pero sí Cama de Rosas. La tal Lourdes se acordó de nosotros.
Barcelona fue surrealismo, fue sueño, fue incredulidad, fue REAL. Acabamos en la playa mirando las estrellas tras decidir que cualquier antro de madrugada era demasiado vulgar para terminar una noche como ésta. La Barceloneta con el Arts de fondo nos ayudó a aterrizar mejor…
El jueves tocaba cambio de escenario. La sensación se movía entre la ilusión de un nuevo concierto, otras personas que se sumaban a la locura y el temor de que nada pudiera superar lo vivido en Barcelona. En parte fue verdad, pero aún quedaba muuuucho por vivir.
Compartiendo viaje con Inma y compañía, llegamos a Sanse donde la hospitalidad de los vascos nos acogió en un primer momento. Yo involucrando a toda la familia en este auténtico circo de emociones. Y ellos que no pudieron conmigo y se unieron a mí.
Decidimos que esta vez había que rizar el rizo. Nuestros objetivos eran dos: ver el concierto justo enfrente de la parada de la pasarela y llevar una pancarta para que Richie no se sintiera extraño en esta ciudad. La cola no se hizo pesada a pesar de las 6 horas y media, pero las sensaciones no fueron las mejores. La cosa se torció y descargué mi ira en gente que quizás no era la que se lo merecía directamente. Pero a veces uno necesita que un amigo le demuestre su amistad y no elige el mejor momento para repartirla y no compartirla con quien de verdad se lo merece. Si los preliminares fueron éstos, dentro me topé con mi pasado de golpe, en clara continuidad con Barcelona. Todo superado. Rabia, pero despedida y cierre. Definitivamente, éste sería el concierto que pusiera un punto y seguido a los últimos años. A veces es mejor sola (con amigos) que mal acompañada. Sí, tuve la oportunidad de estar en Diamond. Pero eso no era lo importante. Los amigos sí lo son. Y esa familia logroñesa que nos trató tan bien y que nos contagió la euforia. Gracias Gonzalo por esa púa, regalo de Obbie, para agradecer las horas de cola que nos tragamos. Viste las heridas del rock & roll, como tú las llamaste y consideraste que esa púa debía guardarla yo. La púa con la firma de Richie. Las cosas empezaban a cambiar esa tarde. Hasta Marisa revivió en los instantes finales de espera, a pesar del dolor. Sanse no podía darnos esa bienvenida…
Pero costó. Costó entrar en el concierto. Con un pequeño retraso sobre la hora, aunque menor que en Barcelona, Bon Jovi salieron al escenario, aunque Jon mucho más serio y con su chaqueta marrón. No quería domarnos hoy, quería que le lleváramos nosotros a él. Raise your Hands y You Give Love calcados, pero las sorpresas llegaron mucho más pronto. Wild in the Streets… Qué pronto empiezan hoy!, comenté. Aunque fue un espejismo, porque el resto vino a ser una copia del show anterior. Todo calculado, todo medido…y algo más fríos. Aunque Born to be my baby subió la temperatura unos grados... Tú y yo nos entendemos.
No fue hasta la octava canción cuando encontraríamos la siguiente sorpresa, I’d Die For You. No es mi favorita, pero se agradeció el cambio cuando todo parecía repetirse de nuevo, aunque peor. Lo que no podía imaginar era que querían desconcertarnos hasta el punto de tocar, sin venir a cuento, sin que nadie la reclamara por mucho viernes noche que fuera, ese Summertime, que como diría Esther fue un “turn off” terrible en ese tramo de concierto y con el lamento que no pude por menos que exclamar en voz alta de que gracias a Dios decidimos ir a Barcelona… Esther ya me lo dijo: espera… Y algo en mí también me lo decía: sí, esto no es lo que nos tienen preparado, seguro… Lo bueno está por llegar. Sanse no nos puede hacer esto…
Captain Crash seguido no ayudó mucho a mantener la fe, pero esto es como un jarabe malo: cuanto antes te lo tomes, mejor, así no estás paladeando el mal sabor de boca que deja durante mucho tiempo.
Bad Medicine y las chicas bailando sensualmente siempre marcan un punto de inflexión en el show, y esta vez no iba a ser distinto… De aquí sólo se podía ir hacia arriba…cuánto subiríamos? Who knows? De momento ya habían variado las versiones respecto al día anterior. Esta vez sonaron Hot Legs y Old Time Rock & Roll (sí, Manu, me acordé de ti). Bien, esto marchaba, y el momento pasarela se acercaba… Jon cada vez estaba más cerca, más cerca… Que se pare enfrente, que cante prácticamente para ti, todo eso simplemente compensa las horas precedentes. Qué tocaría esta vez? Lo que allí ocurriera nos gustaría, seguro. Nada ya podría jodernos la noche. Nada.
Y además lo que vendría a partir de este momento sería tremendo. Qué dos partes más diferenciadas de un concierto. El set acústico comenzó con When We Were Beautiful. Siempre ha sido mi niña bonita del The Circle, la contenida que no termina de romper, pero con ese algo especial que la hace única. Y además, de las favoritas de mi hermano… Qué ilusión me hizo saber que la estaría disfrutando desde la grada!! El ambiente que se creó en estos momentos, con un Jon inspirado a un palmo de ti, no tiene precio. Es una de las canciones que siempre pensé que funcionarían mejor en el directo, creando un clima propicio y con la parte final del “shalala eh!” mientras las manillas de un reloj retroceden para encontrar aquel tiempo en el que fuimos hermosos. Espectacular. Pero nada, un aperitivo sin importancia si echamos un vistazo a lo que venía a continuación. Fue una canción menos en la pasarela que en Barcelona…Pero qué canción! Valía por dos! LIVIN IN SIN! Si la radio salvó su vida, la nuestra se salvó con Livin esta noche. No podían caer tantas joyas en España. No, algo pasaba, se habían equivocado?? Bueno, quizás sí, Jon hasta creía que seguía en Barcelona.. Pero era final de gira, todo estaba permitido. Hasta Livin en pasarela. Volví a echar de menos a Richie compartiendo este pecado, pero Jon decididamente quiso contarnos en soledad su historia, a nosotros, sí, este día. No podíamos dejar de mirarnos para confirmar que nunca nos cantaría tan cerca, verdad Merche? Que hasta veíamos sus gotas de sudor, eh Marisa? Hasta nos miraba, Esther… Único.
Y si ya fue especial el I’ll Be There For You de Barcelona con un Richie radiante, el de Sanse no tuvo palabras. La cercanía, la compañía, toda la previa... Cómo se saborea algo así después de un día duro. Y Ricardo con su sombrero… por fin!! Empecé a hacer fotos, pero lo dejé. Tenía que exprimir cada segundo, vivirlo intensamente en vivo y no a través de la pantalla de una cámara. Era MI momento. Era algo que nunca iba a olvidar. Tenía que utilizar hasta el sexto sentido en exclusiva para ellos… Estábamos ahí por Richie, Jon y el resto de la banda. Y ellos, a pesar de los obstáculos que se presentaron durante la gira, también habían logrado vencerlos para llegar en plena forma a nuestro país. GRACIAS.
Pero como todo sueño llega a su fin, éste no iba a ser menos y se marcharon lejos de nuevo, a ese escenario con forma de jukebox semicircular. Sí, tocaba el Who Says de turno. Pero… Espera… Se acabó el sueño? Seguro?? O no había hecho más que comenzar?? Si en Barcelona ni se acordaron de que tras Lost Highway editaron The Circle y el Grandes Éxitos con nuevas canciones, en Sanse al menos rescataron el círculo e interpretaron WWWB y la siguiente joyita que me venía al pelo: Thorn in my Side. Esa espinita clavada que no pudimos escuchar en el Rock in Rio y que impidió que sonara también Love’s the Only Rule, pero que fue recibida con los brazos abiertos, sirviendo de banda sonora a lo que yo estaba viviendo en lo personal. Esa jodida espina clavada… me estaban ayudando a sacarla poco a poco.
El trío…dónde está el trío?? I’ll Sleep, Have a Nice Day, Keep… No, el dúo final le fue infiel al Sleep, que andaba de parranda aún en Barcelona (como la cabeza de Jon) y dijo a otra amiga: ve tú, que en Sanse se merecen todo y más… Y ella: de verdad?? Si estamos en España (o casi), no hace falta que tengan ese honor… Que sí mujer, que los salvajes tienen que sonar esta noche y no puedes dejar solo al de las calles… Los Wild unidos jamás serán vencidos. Yo creía que era Dry County!! Pero Esther, incrédula después de rogar ese Wild para Sanse, me sacó de la confusión que reinaba en mí en esos momentos y me dijo: no puede ser!! WILD IS THE WIND! Increíble. Baladones tremendos cayendo a diestra y siniesta (y sin red) sobre nosotros. Regalándonos los oídos. Nuevamente, haciendo caso a nuestras peticiones. Gracias a todos los bonjoveros que lo hicieron posible. Otra más para la saca de las perlas, que estando cerca de La Concha, muchas tenía que haber… Y quedaban por caer…
Have a Nice Day (mi hermano estaría con Cristina disfrutando de los guiños de la carita roja) y Keep the Faith bailada hasta la extenuación, para ponernos en la pista de aterrizaje de nuevo ante los bises. Yo no esperaba nada, más allá de Always-Wanted-Prayer y final. No iba a durar casi tres horas como Barna y ése era el final estándar. Como mucho meterían Runaway (en qué estaban pensando cuando decidieron eliminarla del setlist??) o Blood on Blood. Pero casi seguro que no.
Vuelven sonrientes y cansados. Recta final. Esto se acaba. Preparados…listos… Bandiera, qué haces? Acabas de tocar un acorde y el corazón casi me estalla. Mi imaginación, que es poderosa y creyó oír algo…Esther y yo nos miramos. Le dije: no, olvídate… La imaginación… el deseo… Sólo eso… Pero qué pasa? No escucho a Tico golpeando la batería…es Richie el que toma la iniciativa…NO PUEDE SER!!!!!!! NO ERA NUESTRA IMAGINACIÓN!!! BANDIERA TOCÓ LO QUE TOCÓ…THIS AIN’T A LOVE SONG!!!!! MI CANCIÓN!!!! Lo que todos estábamos esperando, lo que el grupo de Facebook pidió, lo que Juancar les hizo llegar, la joyaca que esperaba en Barcelona. Nunca, nunca pensé escucharla ya en directo…Mujer de poca fe… Tocó el gordo en Sanse, ése era nuestro Euromillón! Fue el culmen a dos días de conciertos que sumados hacen un todo perfecto, indivisible. Sí, faltó Lettin You Go para matarme definitivamente. Pero una muerte suave fue mucho más llevadera... Killing me softly, baby…
Wanted y Prayer. Todo el estadio cantando. Que estaban más fríos y el público también? Esto es cosa de dos, como casi todo en la vida. Si tú das, los demás dan. Si tú ofreces lo que has ofrecido hasta ahora, la gente responde. Todo, absolutamente todo el estadio cantaba al unísono el Prayer. Hasta mi madre fuera del estadio lo estaría haciendo, seguro. El himno. El final. Aquí sí debía acabar ya, esto no es Barcelona. Es una pequeña ciudad del norte de España… ja! Ilusa una vez más!!
Resultaba increíble pensar que otra canción del These Days, nuestro álbum adorado y el más infravalorado, iba a volver a sonar hoy, tras el This Ain’t. Las obras maestras juntas en esa parte final. THESE DAYS se hizo esperar, pero por fin apareció!! Uff, yo ya no sabía si reír o llorar, la emoción ya estaba a flor de piel… Sólo era el comienzo de la segunda tanda de bises, nada, una minucia… Y creíamos que pedíamos demasiado… All I want is everything, verdad Fla?? EVERYTHING…
Ahora sí, sólo faltaba Always.. Pero de repente, qué estaban cantando? No tenía ni idea, lo siento, lo reconozco. Alguien dice que suenan Dire Straits, Romeo & Juliet. Es que son cosas que están pasando y no terminas de asimilar, no encajan porque estás tú ahí. No se van y tocan esto? Es Matrix o es realidad? Qué estaban pensando hacer ahora? Unirla a Always. Bueno, esto sí formaba parte del guión previsto. Fui consciente de que todo acababa, y ahora sin solución de continuidad, y nos unimos todos en un abrazo, necesitaba sentir la emoción de mis niñas, compañeras inseparables de viaje, esto sí era el fin.. Pero vaya final! Jajaja, una vez más, estaba equivocada. Jon quería irse. Su cuerpo se lo pedía. Pero algo le hacía quedarse. I Love this town. Se hicieron de rogar, pero acabaron amando también esta ciudad. Quién no caería rendido ante los encantos donostiarras?
Hasta aquí, mismo número de canciones que Barcelona. Ya sí que sí. Pero no nos podían dejar con este subidón! “Iros a casa ya!!!!”, gritaba Jon. Nooooooo. Estoy cansado!!! Noooooo. No puedo más!! Nooooooo. Su venganza iba a ser terrible… Que no queréis volver a casa, eh?? Que os ha sabido a poco, eh??? Pues a mover el esqueleto!! Otra cover, y ya van… Si en Barcelona 2008 fue Shout, San Sebastián 2011 traería otro momento Beatle, esta vez con la canción que en Aluche ya dijimos que queríamos escuchar. Ese Twist & Shout fue un regalo caído del cielo, un bis del bis del bis, el colofón perfecto a una fiesta a la que hasta la gente fuera del estadio (incluida mi madre), estaba invitada. Todo el mundo movía la cabeza y bailaba levantando los brazos (mi hermano y Cristina desde su posición nos lo confirmaron). No sólo Diamond. No sólo Golden. Toda la grada estaba entregada a un grupo que si bien fue acogido con cierta frialdad y desde los asientos, acabó a sus pies y con un buen sabor de boca que ya estábamos echando de menos en los últimos conciertos en Madrid donde nos dejaron con las ganas. Se cerró el ciclo.
El remate hubiera sido que al día siguiente se despidieran como es debido saliendo por la puerta principal del Hotel Mª Cristina, y no por la de atrás, por mucho que les dijera la de seguridad, esa bruja mala que tiene que aparecer en todo cuento de hadas que se precie. Jon saludó desde la ventana de su habitación y capturó el espectáculo que se estaba produciendo abajo con su cámara de fotos. Luego subieron a la azotea donde las vistas de Sanse debían ser maravillosas. Tico estaba en su salsa. Sólo pudimos despedirnos de Bandiera (más conocido como el padre de Messi, jajaja), Hugh y un Obbie que no quería abandonar nuestro país y que ya estaba pensando en comprarse una casa aquí. “Venid todos a Lisboa!!”, nos decía. Ojalá pudiera, Obbie… Qué tentaciones me daban de subirme a la furgoneta, yo estaba en la puerta! Sólo era entrar… no molesto. Pero hubiera sido demasiado. A veces es mejor quedarse satisfecho que sufrir un empacho. Me hubiera gustado, sí. Pero fue perfecto como fue. Quizás en otra gira… Quizás en otro momento… Siempre nos quedará París..
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